A Paula la conocí con días de vida, vino a felicitarme la Navidad y esta vez regresó para celebrar su primer cumpleaños.
No sabéis lo gratificante que es para mí ver como estos pequeños crecen. Compartir momentos especiales con las familias no tiene precio y tengo que agradeceros a todos los que me dejáis que participe de vuestros momentos mágicos.
Recuerdo todos y cada uno de los recién nacidos que vienen a visitarme, su nombre y sus rasgos más característicos. Se les coge cariño a estos modelos tan tiernos, y si encima vuelven repetidas veces a por todas las sesiones de mi catálogo, no tengo palabras para agradecer tanta confianza.
Gracias familia una vez más por compartir tanto conmigo, nos vemos en la sesión familiar cuando la pequeña corra y no se quede quietita en el estudio jeje.