Las sesiones de recién nacidos son sesiones que requieren mucha paciencia y cariño. Son sesiones costosas porque se está la mayor parte del tiempo atendiendo al bebé.
Podéis ver muchas poses, pero solo hacemos las poses que el bebé admite… No todos los recién nacidos están cómodos en una postura, y hay poses que para hacerlas, el bebé tiene que estar profundamente dormido, y a veces no se da el caso.
Mario, muy tranquilito en toda su sesión, pero con unos deditos que no mantenían la postura jaja. Son tantos los bebés que fotografío que se me olvida las anécdotas de cada sesión… y son los papis que al recoger la sesión me cuentan que pasó. Pues con Mario me costó mucho que dejará los deditos estirados en el cuenco… y aunque los papis lo véis fabuloso de todas las maneras, somos exigentes con nuestro trabajo, y es por eso que crecemos rápido.
Y si no fuera por todos los papis que confían en nuestro trabajo y me dejan pasar una bonita mañana sacándole fotos a su tesoro, hoy por hoy no habríamos llegado a donde estamos.
¡ASI QUE GRACIAS DE TODO CORAZÓN!
Les cojo cariño a todos y cada uno de los ratoncitos que fotografío, y os aseguro que miro vuestras fotos de perfil de whatsapp para ver cuanto han crecido… 🙂