Esta sesión fue un regalo de unos amigos. Los papis no me conocían, pero quedaron encantados. ¿Que mejor que regalar el recuerdo de lo chiquitín que era y la carita que tenía cuando nació?
Luca tenía 8 días cuando vino, y fue un pequeño guerrero, no quería perderse la sesión, pero conseguimos fotos muy bonitas y sus papis guardan un recuerdo precioso de sus primeros días.